La sexualidad femenina es compleja. Su desarrollo y sus disfunciones
dependen de numerosos factores orgánicos y psíquicos. Al respecto, la
homeopatía puede aportar una respuesta pertinente, aunque sigue siendo
ampliamente desconocida. "Esta medicina de la dosis
infinitesimal toma en consideración, tanto la constitución, como los
hábitos de la personalidad y el contexto psicoafectivo en el que
sobreviene la patología", recuerda la Dra. Claire Bialkiewicz,
ginecóloga y homeópata. Durante la consulta, como complemento a
la revisión ginecológica, el homeópata intenta evaluar el perfil
psicológico de la paciente para establecer un diagnóstico y decidir cuál
es el tratamiento adecuado.
La medicina homeopática consiste en curar a partir de cantidades
infinitesimales de las sustancias. Uno de los principios básicos es que
la homeopatía estimula el organismo a responder por sí mismo. ¿Cómo es
posible que una cantidad ínfima de sustancias vegetales, minerales o
animales influya en el organismo?. A partir de los
descubrimientos del Dr. Samuel Hahnemann, se han establecido los tres
criterios en los que reposa la medicina homeopática: la ley de la
similitud (una sustancia que produce determinados síntomas permite curar
a una persona que presenta los mismos síntomas); la ley de la dosis
infinitesimal (gránulos, tintura madre... la acción de la sustancia sólo
es terapéutica en dosis infinitesimales) y el principio de la totalidad
(el médico debe retener la totalidad de los síntomas, cada paciente es
distinto).
“En el caso de la "dispareunia" o "coito doloroso"
las mujeres se sientes culpables, se preguntan qué sucede con su cuerpo y
sus relaciones afectivas”, señala la Dra. Claire Bialkiewicz. Creen que
no son normales, que algo no va bien. Desde un punto de vista físico,
el coito puede ser doloroso porque la secreción de hormonas es escasa.
"En esos casos, hay que estimularlas para que el moco cervical sea más
abundante", comenta la homeópata.
Naturalmente, las causas pueden ser múltiples. Pueden estar asociadas
a un proceso como la menopausia, un parto reciente e incluso la toma de
la píldora durante un determinado período de la vida de la mujer. "Yo
recomiendo los óvulos de caléndula, que cicatrizan y desinfectan",
explica la Dra. Bialkiewicz.
Asimismo, es el tratamiento que se prescribe cuando las dispareunias se
presentan tras una infección ginecológica. Para superar la memoria del
dolor o la sensación de ardor, se requiere un tiempo de readaptación
durante el que la caléndula ayudará a aliviar a la paciente.
Aunque nuestra época se caracteriza por la apertura hacia una nueva
libertad sexual de las mujeres, hay que reconocer que las alteraciones
que se producen en el deseo sexual siguen siendo muy comunes, puesto que
dependen de nuestro estilo de vida y la forma de relacionarnos. Para
que el tratamiento de la disfunción tenga un carácter global, tanto
físico como psicológico, los gránulos homeopáticos pueden constituir una
alternativa, aún ampliamente desconocida, merecedora de una
oportunidad. Un enfoque muy cuidadoso de la sexualidad.
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