domingo, 18 de agosto de 2013

Que efecto produce en nuestro cuerpo, gaseosas y jugos artificiales

Mucho se habla acerca de los efectos que traen las gaseosas y otras bebidas artificiales (como los jugos) en nuestro cuerpo. Sin embargo, estas bebidas se siguen vendiendo en mayores cantidades alrededor del mundo.
En el menú cotidiano de muchos hogares con niños, a la hora de hidratarnos se opta por reemplazar el agua por estos brebajes colmados de azúcar y demás aditivos. ¿Es que realmente se toma conciencia de lo mal que alimentamos a la familia, aún cuando la comida que estemos sirviendo sea saludable?
Quizá sean muy atractivas y deliciosas, pero estos son los males que pueden provocar en el organismo.
*Sobrepeso: debido a la gran cantidad de azúcar refinada que traen entre sus componentes, estas bebidas suman unas cuantas calorías vacías. Es decir, engordan sin proveernos de los nutrientes necesarios para vivir. Si a este gran aporte de energía le sumamos la vida sedentaria y la falta de ejercicio, el resultado más probable es la ganancia de peso.
*Osteoporosis: es muy común que los chicos que consumen gaseosas y jugos, terminen reemplazando otros alimentos con calcio (como la leche), que son necesarios para su desarrollo. Los profesionales aseguran que entre la niñez y la adolescencia es fundamental el consumo de este componente para prevención de la osteoporosis durante la vida adulta, se dice que uno de los ingredientes que integran la fórmula de este tipo de bebidas artificiales es el ácido fosfórico, que tiene la desventaja de desplazar el calcio (que se libera a través de la orina), reduciendo la densidad de los huesos.
*Diabetes: como dijimos en párrafos anteriores, las grandes cantidades de azúcar refinada que se usan para hacer las bebidas cola favorecen la obesidad, lo que aumenta a su vez el riesgo de padecer diabetes tipo 2. Antes se pensaba que sólo se desarrollaba en adultos pero hoy se sabe que cada vez hay más niños que la contraen.
*Caries: también el azúcar y otros ácidos (que provienen de la fermentación de los carbohidratos que las componen) erosionan el esmalte de los dientes y favorecen la aparición de caries. Hasta que un individuo llega a la adultez, el esmalte es aún poroso y muy vulnerable a ciertos elementos provenientes de los restos alimenticios, lo que contribuye a la desmineralización del diente.
*Dependencia: otro de los ingredientes que traen es la cafeína que, según las compañías, se utiliza para mejorar el sabor. Sin embargo, esta sustancia –junto con el azúcar- tiene un efecto adictivo en nuestro sistema nervioso, por eso producen más ganas de seguir consumiéndolas. Lejos de saciar la sed, generan una dependencia y, a su vez, puede traer otros efectos en el organismo como irritabilidad, insomnio, saciedad de apetito (respecto de otros alimentos saludables), dolores de cabeza o taquicardia.
* Trastornos renales: el exceso de ácido fosfórico pone en riesgo el desarrollo de cálculos en el riñón.
* Enfermedades cardiovasculares: los especialistas relacionan estas bebidas con una mayor producción de grasa corporal, un aumento de presión, el incremento del colesterol malo y la disminución del colesterol bueno que protege el corazón.
*Alergias: los colorantes que se utilizan para darle su tono característico pueden tener efectos irritantes en las personas propensas a este tipo de problemas.
Como reza la frase: “Para muestra basta un botón”, pero en este caso son varias las pruebas de que darles estas bebidas a nuestros hijos no sería la mejor opción para verlos crecer saludables. Los padres somos los responsables de crear hábitos. No es necesario prohibir definitivamente los jugos y las gaseosas, ya que están muy arraigados en nuestra sociedad. Pero si podemos cambiar algunas costumbres. Por ejemplo, cuando nos sentamos a la mesa todos los días, llenar los vasos con uno de los mejores elementos que fabrica nuestra madre naturaleza:el agua.