domingo, 17 de noviembre de 2013

Brasil: Reducir sodio en los alimentos

Brasilia, 5 nov.- El Gobierno brasileño suscribió hoy un nuevo acuerdo con los productores para reducir el contenido de sodio en los alimentos industrializados y, de esa forma, mejorar la calidad de la dieta de los brasileños, según fuentes oficiales.
El cuarto acuerdo entre el Ministerio de Salud y la Asociación Brasileña de las Industrias de la Alimentación (ABIA) aumenta el número de alimentos que constan en una lista en la que los productores ya se comprometieron voluntariamente a reducir el contenido de sodio, presente principalmente en la sal.
La nueva lista incluye lácteos como el requesón y el queso mozzarella; embutidos como hamburguesas, salchichas, chorizos, mortadelas y jamones, y las sopas instantáneas, según un comunicado del Ministerio de Salud.
En las tres categorías de alimentos industrializados incluidos en la nueva lista la reducción del contenido de sodio debe llegar al 68 por ciento en cuatro años, según el compromiso suscrito por ambas partes en una ceremonia en Brasilia.
Los cuatro acuerdos suscritos desde 2011 prevén la reducción del contenido de sal en 16 categorías de alimentos, entre los cuales algunos de consumo masivo como pan, galletas, mayonesa, pan tajado, macarrón instantáneo, mezclas para tortas, frituras de maíz y diferentes aperitivos como papas fritas.
La meta del Ministerio de Salud es que los cuatro acuerdos reduzcan en 28.000 toneladas el sodio que los brasileños consumirán hasta el año 2020.
"No es simple pensar en una estrategia para mejorar la salud de 200 millones de personas sin incluir una asociación con la industria", afirmó el ministro de Salud, Alexandre Padilha, en la ceremonia.
"Cualquier medida que excluya a la industria y no estimule innovaciones en las técnicas de conservación de los alimentos puede tener un resultado no positivo para la salud", agregó.
Estudios de la ABIA, sin embargo, indican que el 71,5 por ciento del sodio consumido por los brasileños no procede de los alimentos sino del salero de los consumidores.
Además de la sal, el sodio en los alimentos industrializados también está presente en los conservantes, en los edulcorantes, en los fermentos y en los productos que realzan el sabor.
Según cálculos del Gobierno, el brasileño consume un promedio de 12 gramos de sal por día, por encima de los 5 gramos recomendados como límite máximo por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El Gobierno prevé que una reducción del consumo de sal a los límites recomendados por la OMS puede disminuir en un 15 por ciento el número de accidentes vasculares cerebrales en Brasil y en un 10 por ciento los infartos, así como elevar en cuatro años la expectativa de vida de los hipertensos.
El elevado consumo de sodio es uno de los principales factores de riesgo para las enfermedades crónicas no transmisibles como la hipertensión arterial, mal que afecta al 24,3 por ciento de los brasileños, según el Ministerio de Salud.
De acuerdo con los datos divulgados por el Ministerio durante la ceremonia, la hipertensión afecta principalmente a las mujeres, a las personas con menor escolaridad y a las personas con más de 65 años, en los que el índice es del 59,2 por ciento.
(Agencia EFE)