sábado, 14 de julio de 2012

Publican en internet el vídeo de una mujer recientemente ejecutada en Afganistán

CHARIKAR, Afganistán (Reuters) -
Un vídeo que muestra la ejecución por bala de una mujer sospechosa de adulterio en un pueblo a un centenar de kilómetros de Kabul relanzó la polémica sobre los avances de la condición de las mujeres en Afganistán tras diez años de presencia internacional.
La imágenes son horribles. En un pequeño pueblo de la provincia de Parwan, pegada a la de Kabul, varias decenas de hombres, sentados en el suelo o agrupados en los tejados de las casas, fijan la mirada en la silueta de una mujer cubierta con un velo grisáceo que les da la espalda.
La acusada, sentada, escucha la sentencia, o más bien su condena a muerte, sin mover ni intentar escaparse. Sólo mueve un poco la cabeza al principio de la secuencia.
"Esta mujer, hija de Sar Gul, hermana de Mostafá y esposa de Juma Jan, huyó con Zemarai. No la vieron en el pueblo durante más o menos un mes", enunció un hombre que parecía el juez, con barba larga y negra. Acababa de citar unos versículos del Corán que condenan el adulterio.
"Pero por suerte, los muyaidines la atraparon. No podemos perdonarla", continuó el juez talibán. "Juma Jan, su marido, tiene el derecho a matarla", dijo. Se le entregó entonces un fusil Kalashnikov a un hombre vestido de blanco que se ubicó dos metros detrás de la acusada.
Al grito de "Alá akbar" ('Dios es grande'), el hombre disparó dos veces en dirección de la mujer, errando el blanco. Una tercera bala la alcanzó en la cabeza. La víctima cayó a tierra. Lo que no impidió a su verdugo disparar al cadáver diez veces más.
Entre los presentes, únicamente hombres, algunos grabaron la escena con sus teléfonos móviles. Otros pidieron al asesino que dejara de disparar.
La versión oficial es sustancialmente diferente. Según Roshna Jalid, una portavoz de la provincia de Parwan, Najiba, de 22 años, fue detenida por los talibanes por haber mantenido "relaciones" (extraconyugales) con un comandante talibán del distrito de Shiwari, en la provincia de Parwan, y "hace 16 días" la condenaron a muerte.
El ministerio de Interior afgano "condenó con firmeza" un acto "antiislámico e inhumano" cometido por "asesinos profesionales".
Cada mes se registran crímenes odiosos contra las mujeres en Afganistán, principalmente en las zonas rurales donde rigen las tradiciones. Según la organización no gubernamental Oxfam, el 87% de las afganas afirma haber sido sometida a violencia física, sexual o psicológica o a una boda forzada.
Imagen de un vídeo recibido este domingo que muestra la ejecución de una mujer (dcha, sentada y de gris) acusada de adulterio en Qol, en la provincia de Parwan. La mujer fue ejecutada por su marido, de blanco y apuntándola con un rifle AK47, y grabada por varios asistentes, todos hombres.

Adictas al internet y a los celulares

Tecnoestrés: ansiedad, fatiga, estados de nerviosismo son algunos de los síntomas que puede causar la compulsión a estar permanentemente conectadas a Internet; esa sensación de que no podemos vivir sin estar online.
Los teléfonos celulares  han multiplicado este mal, porque efectivamente ahora podemos estar online en cualquier momento y lugar. Si bien el avance tecnológico ha facilitado mucho las cosas, el vínculo con los aparatos puede convertirse en una patología.
Un estudio reciente de Intel realizado en varios países indica que "el 40% de los usuarios permanece 24 horas, siete días a la semana, conectado a sus dispositivos, mientras que 8 de cada 10 duermen con su celular al lado."
Con el acceso masivo a la tecnología, los mayores de 60 años y, sobre todo, los niños y adolescentes, son los que se han visto más afectados. El abuso de la tecnología es un problema muy grave y serio, que no se percibe como un conflicto de salud pública, sino de malos hábitos de la modernidad. Y sin embargo, puede tranformarse en una verdadero problema.
Hay  algunas indicaciones de los síntomas que podrían indicar que tú padeces de esta adicción: síntomas son: Irritabilidad; reticencia a recibir instrucciones sobre el uso de la tecnología; el sueño es muy pesado, o demasiado liviano, y esto produce alteraciones en el humor y la paciencia; nervios a flor de piel; consulta continuada del e-mail, en algunas ocasiones de forma obsesiva; no apagan nunca el móvil ni se pueden separar de él; navegación sin objetivos ni rumbo en Internet; fatiga; cinismo; ansiedad.
¿Qué se puede hacer? Primero que nada, tratar de controlar el impulso de navegar o de mirar el móvil a cada segundo aunque no nos haga falta. Autodisciplinarse, y no atender llamadas cuando se está manteniendo un diálogo importante con otra persona. Si estamos en casa, intentar no encender la computadora por varias horas. Y una buena medida es "olvidarse".

martes, 10 de julio de 2012

terapia genética para dejar de fumar

Dejar de fumar y encontrar una terapia que sea eficaz contra la adicción a la nicotina es uno de los retos de los investigadores. Aunque todavía en fase experimental, los resultados de un estudio que se publica en Science Translational of Medicine, parecen haber dado un paso más en encontrar la solución definitiva. Los investigadores de la Weill Cornell Medical College (EE.UU.) han desarrollado una novedosa terapia génica con un anticuerpo antinicotina que previene que ésta pueda entrar al cerebro y, en su opinión, podría ser un potencial nuevo tratamiento para la adicción al tabaco.
Al fumar, la nicotina pasa a través de los pulmones y entra en el torrente sanguíneo en cuestión segundos. Esta droga adictiva encuentra en su camino al cerebro y se adhiere a unos receptores, denominados de recompensa, desencadenando las sensaciones de placer que inducen al fumador a encender otro cigarrillo.
Desde hace tiempo, los científicos han estado explorando la idea de una vacuna antinicotina que bloquee la entrada de la droga en el cerebro. Desafortunadamente, la propuesta convencional de vacunas a partir de un patógeno o de una cepa inactiva de un patógeno que es inyectada para desencadenar una respuesta inmunológica -la creación de anticuerpos- no funciona en el caso de la nicotina. La droga es tan diminuta que el sistema inmunológico no puede reconocerla, por lo que es más difícil crear anticuerpos. Además, los pocos anticuerpos producidos sobreviven durante un corto periodo de tiempo.