sábado, 8 de marzo de 2014

No soporto a mis padres

Esta frase, propia de hijos que luchan contra la autoridad de sus padres, a veces expresa una triste realidad, la de hijos de "padrestóxicos".
Por diferentes razones, causan sufrimientoa sus hijos a través de la manipulación, el maltrato y demandas". Desgraciadamente, no resulta en absoluto infrecuente que estos niños, siendo ya adultos hechos y derechos, lleguen atormentados a la consulta del psicólogo y por fin digan: "No soporto a mis padres". Las variadas formas de toxicidad en estas relaciones siempre causan "lesiones" psicológicas duraderas: baja autoestima, inseguridad, timidez…La actitud que con mayor probabilidad se instala en los hijos y llega a desatar el conflicto en la edad madura es el chantaje emocional de "lo he dado todo por ti". De este modo, los padres no exigen ni maltratan, pero manipulan e impiden al hijo desarrollar su independencia, crear nuevos vínculos o establecer relaciones de pareja sin sufrir los opresivos sentimientos de culpa. 
Qué se puede hacer
Los padres tóxicos transmiten a sus hijos sufrimiento intentando convertirlos en lo que ellos no fueron y jugando con el "lo he dado todo por ti". Tomar conciencia de ello es el primer paso, aunque en el caso de los progenitores ese cambio de actitud es difícil. Si sientes que tus padres te trataron así de niño, la solución no es odiar sino dialogar.