jueves, 26 de diciembre de 2013

Lybrido el viagra femenino

Concebida para paliar el bajo deseo sexual de las mujeres, la viagra femenina abre muchos interrogantes. Los expertos acogen con escepticismo la llegada de una molécula “erótica” para la sexualidad femenina, más compleja y menos mecánica que la de los hombres. Lybrido, Lybridos, Filibanserin… ¿pastillas para el placer o para el tratamiento de una patología real?
“Una de cada diez mujeres sufre problemas de deseo sexual”, afirma el andrólogo y sexólogo Pierre Costa, poco entusiasta de unas pastillas cuya fórmula actuaría tanto en el nivel fisiológico como en el cerebral. “Los IPDE5 ­–la misma molécula que induce la erección en medicamentos como la viagra– actuarían sobre la excitación femenina, la lubricación y el aumento del flujo sanguíneo en los órganos sexuales. Mientras que la testosterona estimula el deseo en el cerebro, disminuyendo la inhibición y fortaleciendo la pulsión”, explica el doctor Costa, y agrega: “Estos productos podrían constituir una respuesta para las mujeres que sufren sequedad vaginal, para las menopáusicas o para las que han sufrido una ovarieoctomía, pero no solucionan la falta de deseo sexual, que es una patología cuyas causas no son solo psíquicas”.En opinión de la ensayista Elisa Brune, autora de La révolution du plaisir féminin (La revolución del placer femenino), no hay que diabolizar estas pastillas, que podrían liberar pulsiones largamente reprimidas. “La sexualidad femenina sigue estando sometida, de manera inconsciente, a numerosas representaciones culturales inhibidoras”. Esta “camisa de fuerza” represora de la libido actúa como una autoridad social que censura a las mujeres y que les impide acceder a una sexualidad plena. La viagra femenina, sin embargo, podría destrabar estas fuerzas inconscientes, empujando a las mujeres a percibir su cuerpo como algo erótico, lo que durante mucho tiempo se les ha prohibido. “Lo verdaderamente revolucionario sería que estas pastillas permitieran a las mujeres pasar de ser un objeto de deseo a ser un sujeto de deseo”, agrega la experta. En decir, podrían ayudar a que aflorara la auténtica sexualidad femenina, mucho más exuberante que la que conocemos y, quién sabe, tal vez menos aceptable.
¿Qué riesgo entraña valerse de la química para paliar la falta de deseo sexual? Las preocupaciones de los expertos se centran en la fórmula de estas pastillas pero también en los efectos desmesurados que podrían provocar en las mujeres. En un artículo “Unexcited? There may be a pill for that”, publicado en el diario The New York Times el 22 de mayo de 2013, el periodista Daniel Bergner recogía las inquietudes de la Food and Drug Administration (FDA), preocupada por la explosividad de libido femenina que podría provocar la pastilla si ésta fuera eficaz. Otro aspecto que suscita dudas es su uso, aunque al doctor Costa no le preocupa que se utilice de manera irresponsable: “Las mujeres la tomarán cuando les haga falta”.
En cuanto a la prescripción, el Filibanserin debería consumirse cotidianamente, como un tratamiento, mientras que la administración de Lybrido es puntual, es decir, debe ingerirse unas horas antes de la relación sexual. Para Brune, su uso debería ser muy específico, “ya que puede ocurrir que se conviertan en una respuesta fácil al miedo, ocultando así otro tipo de mecanismos que también pueden ponerse en juego”.
No olvidemos que la falta de deseo sexual puede tener diferentes causas. Recurrir sistemáticamente a una pastillita no sería lo recomendable, ya que lo importante es conocer el origen del problema. “El medicamento debe ser una herramienta complementaria dentro de un abordaje más global”, agrega Brune. En cuanto al riesgo de ver a las mujeres transformadas en “ninfómanas”, ésta es una idea que parece divertir a la experta. “Es una suerte de fantasía, o una reacción que señala que hay un miedo al cambio, un miedo similar al que provocó la píldora anticonceptiva”.  Más pragmático, Costa insiste en el hecho de que “esta pastilla no cambia el comportamiento, sino que actúa sobre la ansiedad”.
Con todo, son muchos los interrogantes que siguen abiertos. ¿Es deseable que nuestra sexualidad dependa de pastillas? ¿Cómo pueden éstas ayudar a crear los niveles de intimidad y fantasía necesarios para alcanzar una sexualidad femenina plena?
Todavía se desconocen los efectos secundarios que pueden conllevar estas pastillas del deseo que estarán a la venta en 2016. Más allá de las dudas que despierta la sexualidad medicalizada, lo cierto es que el mercado del sexo con receta médica aún está por conquistar.