Causas de la migraña

Se entiende por migraña el conjunto de cefaleas de carácter familiar que consiste en ataques recurrentes de cefalea de intensidad moderada o severa que duran de 4 a 72 horas.

Suelen ser unilaterales (es decir, se dan en un solo lado de la cabeza), de características pulsátiles (a modo de martilleo en la cabeza como si fueran los latidos del corazón) y muchas veces se acompañan de aura (síntomas neurológicos de la migraña). En ocasiones también cursan con náuseas y vómitos, y además se sufren fuertes molestias a causa de la luz y el ruido.

¿Quién sufre migraña?

La migraña no está bastante diagnosticada en todo el mundo, ya que se calcula que sólo una minoría acude a su médico para llevar a cabo el diagnóstico y el tratamiento.
Se estima que la migraña afecta aproximadamente al 6 % de los varones y entre el 15 y el 18 % de las mujeres. Las mujeres de 25 a 55 años de edad tienen la máxima probabilidad de sufrir migraña. La edad de inicio es muy variable, pues va desde la infancia hasta más de los 70 años, pero lo más habitual es que se presente entre la adolescencia y los 30 años.
Se encuentran antecedentes familiares en parientes de primer grado (abuelos, padres, hermanos e hijos) en el 70 % de los casos, pero hasta el momento no ha sido posible establecer un patrón de herencia.

Causas de la migraña

Aunque en los últimos años cada vez se ha ido averiguando más acerca del mecanismo de producción de las migrañas, sus causas siguen siendo desconocidas. En la actualidad hay dos teorías que tienen más fuerza:

Teoría clásica vascular. La migraña se debería a un cambio en el calibre de las arterias que se encuentran por dentro y por fuera del cráneo, donde se daría una primera fase de vasoconstricción (disminución del diámetro de los vasos), responsable del aura migrañosa, y una segunda fase de vasodilatación (aumento del diámetro de los vasos), que sería la responsable del dolor de cabeza pulsante.

Teoría neurógena del sistema trigeminovascular. Se debería a la existencia de fibras nerviosas que acompañan y rodean los vasos intra o extracraneales (dentro y fuera del cráneo), que son las encargadas del sistema de control del dolor del cerebro y que se activarían frente a diferentes estímulos tanto físicos como químicos o ambos a la vez.
Se ha identificado un gran número de factores desencadenantes de las crisis de migraña que actuarían directa o indirectamente sobre estas arterias y nervios.
Estos factores desencadenantes no son los mismos para todos, y sería muy útil descubrir cuáles son para cada persona en concreto. Para lograrlo convendría que cada persona que sufre migraña llevase un diario donde, en cada crisis de migraña, anotase los alimentos ingeridos, las horas de sueño, qué actividades ha realizado, etc.

Factores desencadenantes

A lo largo de la historia se ha observado que hay una serie de situaciones y alimentos que desencadenan las migrañas de una forma más habitual.

Anticonceptivos naturales‏

Un coito vaginal sólo puede dar lugar a una fecundación si se practica durante unos días determinados del ciclo dado que los espermatozoides mantienen su capacidad fecundante durante un máximo de tres días y el óvulo sólo sobrevive alrededor de veinticuatro horas tras ser liberado del ovario, se considera que el período fértil se extiende desde tres días antes de la ovulación hasta un día después, aunque suele añadirse un par de previos y otro día posterior para tener un mayor margen de seguridad. Los diferentes métodos anticonceptivos naturales tienen como objetivo precisar el día de la ovulación, dato a partir del cual puede determinarse el período fértil en que debe evitarse el coito vaginal.
Se habla de métodos naturales para designar un conjunto de procedimientos destinados a evitar el embarazo sin necesidad de utilizar ningún mecanismo físico o químico externo al organismo, basados sencillamente en la abstinencia del coito vaginal durante el período fértil del ciclo sexual femenino, es decir, cuando las relaciones pueden dar lugar a una fecundación.
El problema fundamental consiste en que resulta difícil conocer en cada caso y con antelación el momento en que se producirá la ovulación, dato básico para determinar el período fértil. Con tal finalidad se proponen diversas fórmulas que permiten estipular la fase del ciclo en que existe la posibilidad de que el coito vaginal comporte un embarazo.
Para llevar a la práctica el método, la mujer debe tomarse todos los días la temperatura corporal en condiciones basales, es decir, por la mañana, sin haberse todavía levantado de la cama ni bebido o comido nada, registrando los sucesivos resultados en una gráfica para con feccionar así una curva con las variaciones diarias. La temperatura puede tomarse en la axila, la boca, el recto o la vagina, siempre que todas las mediciones se efectúen en la misma localización, aunque algunos especialistas recomiendan hacerlo en el recto o la vagina para que los resultados sean más exactoso menstrual, denominados por ello período fértil.