El consumo excesivo de sal contribuye a la presión arterial elevada, la
cual está relacionada con, por lo menos, el 40% de todas las
enfermedades cardiacas: infartos y accidentes cerebro vasculares,
principalmente. Comer demasiada sal influye también en el desarrollo de
insuficiencia renal, cáncer de estómago, osteoporosis, obesidad y
alzhéimer.
En su mayoría, el excedente de sal consumida no es únicamente debido a
que la gente abusa del uso del salero, más bien porque abusa de
alimentos como el pan, carnes, quesos, comidas preparadas y enlatadas,
papas fritas, cubos de sopa, comidas instantáneas y condimentos.
Alimentos que ya vienen con exceso de sal en sí mismos. También debemos
incluir aquí la comida de los restaurantes, las cuales son condimentadas
a criterio de quien las prepara y en ocasiones se exceden en su uso.
Mucha gente cree que una solución para evitar el consumo de alimentos
salados es el alimentarse con comidas procesadas bajas en sal. Eso puede
ayudarnos a disminuir el consumo de sal, sin embargo debemos tener en
cuenta no abusar de éstos, ya que este tipo de alimentos tienen gran
cantidad de calorías vacías (con muy poco aporte nutritivo) que
propician el desarrollo de obesidad y diabetes.
Una verdadera
solución que nos ayuda a disminuir los alimentos con grandes contenidos
de sal es el evitar consumir alimentos procesados, ya sean estos bajos
en sal o no, y preferir la opción de comer alimentos frescos que nos brinden nutrientes, satisfagan el hambre y de forma natural contengan poca sal, y por lo tanto sean bajos o libres de sodio.
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