martes, 18 de diciembre de 2012

El frío de la crioterapia acaba con los tumores de riñón

La crioterapia, menos traumática que la cirugía clásica, podría convertirse en el tratamiento de referencia para los tumores menores de riñón. Pero antes de que lleguemos a ese punto, tendremos que esperar a que se confirmen sus ventajas y a que lo cubra la Seguridad Social...
En España se diagnostican aproximadamente 2.630 casos de cáncer de riñón al año. La cirugía es la opción terapéutica a la que más se recurre para hacerle frente. Cuando el cáncer de riñón se detecta precozmente (casi el 60 % de los tumores), la cirugía resulta muy eficaz. Pero como en ese estadio la enfermedad es asintomática, el cáncer de riñón se suele descubrir cuando ya presenta metástasis. En estadios avanzados, el tratamiento que se ha venido aplicando desde hace unos años combina la extirpación quirúrgica del tumor inicial (y en su caso, de las metástasis) con terapias específicas.
Aunque la cirugía constituye el tratamiento de referencia, a pesar de su carácter invasivo y del riesgo elevado (20 %) de complicaciones (hemorragia, pérdidas de orina, infecciones, embolia pulmonar, etc.), una nueva técnica, la crioterapia, podría mejorar el tratamiento de algunos tumores renales.
En abril de 2009, los profesores Philippe Paparel (urólogo) y Pierre Valette (radiólogo) pusieron en marcha un enfoque terapéutico prometedor en el Centro hospitalario Lyon Sud (Francia): la crioterapia. Esta técnica consiste en destruir los tumores de pequeño tamaño congelándolos.
Para ello, hay que localizar con mucha precisión el tumor mediante técnicas de diagnóstico por imagen, tal como indica el Prof. Paparel: «Trabajamos en binomio: un urólogo y un radiólogo. Este último introduce en el tumor una aguja que conduce un gas muy frío (argón) controlado por escáner. La aguja forma un cubito de 40 por 16 mm, que congela el tumor».
Así pues, el obstáculo principal es el tamaño del tumor. «Solo pueden tratarse los tumores menores de 4 cm, lo que representa, por otro lado, el 60 % de los cánceres de riñón, señala el urólogo.
Para los médicos que aplican la crioterapia, las ventajas son claras, tanto desde el punto de vista médico, como económico:
  • La crioterapia, al ser poco invasiva, reduce el período de hospitalización a 48 horas (a diferencia de los 5 días de la cirugía), no deja cicatrices, es indolora y no necesita tratamiento coadyuvante;
  • Al simplificar en extremo el postoperatorio, este enfoque reduce el coste de forma considerable.
En los Estados Unidos, la crioterapia cuenta ya con 10 años de experiencia. Según el Prof. Paparel, deberíamos resolver este retraso cuanto antes. «Estoy convencido de que, de aquí a 5 años, esta técnica habrá cobrado mayor protagonismo». Pero aún queda mucho por hacer.

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